En este post vamos a hacer una breve reseña histórica sobre los ductos utilizados en los despliegues de fibra óptica desde un pasado reciente hasta nuestros días, para acabar comentando cuáles son en este momento las mejores opciones de ductos para este tipo de instalaciones: los microductos.
No hace tanto tiempo, cuando la fibra óptica todavía no había llegado a nuestros hogares y, de hecho, todavía quedan muchos hogares con internet “tradicional”, este tipo de telecomunicación llegaba a través de ductos, más concretamente tubos corrugados de 110-160mm de diámetro, por los que se pasaba el cable de cobre que transportaba la señal de red. En la mayoría de ocasiones era el mismo tipo de ducto que se utilizaba para proveer de electricidad a las casas. Estos tubos de mayor tamaño estaban fabricados de materiales plásticos reciclados, polietileno de baja densidad, que si bien cubrían la necesidad de poder transportar ambos servicios, con el tiempo se hizo patente que no eran los más adecuados. Estos tubos tienen un diámetro bastante grande, por lo que obligan a hacer canalizaciones más grandes y más costosas también y tienen poca resistencia.
Algún tiempo después cuando llegó la fibra óptica y, puesto que esta nueva tecnología se desplazaba a través de filamentos muy finos, se empezó a reducir el tamaño del ducto, usando tubos o tritubos de 40mm de diámetro para realizar la instalación. Estos tritubos, a pesar de reducir las obras, siguen ofreciendo varias desventajas actualmente:
– Aunque los tritubos también se fabrican en polietileno de alta densidad, se siguen utilizando por temas de presupuesto los de baja densidad, por lo que los tritubos siguen siendo poco resistentes.
– Los tritubos de baja densidad no permiten el soplado de la fibra en su interior y el cable con los filamentos se tiene que empujar manualmente incurriendo en riesgos de rotura de alguna fibra
– Su manipulado es complicado y costoso.
Varias empresas ya se han percatado del constante auge de instalaciones para el despliegue de fibra óptica y por esto han invertido muchos esfuerzos en mejorar el intrincado mundo de los ductos y proponiendo soluciones adaptadas a las necesidades de este servicio: ¡Bienvenidos a la era de los microductos!
Un microducto es un tubo de dimensiones mucho más reducidas (de 6 a 20mm de díametro). En el 95% de los casos los microductos se usan para realizar despliegues de fibra óptica aunque en algún caso también se están utilizando para proveer servicios de electricidad. Los microductos se fabrican en polietileno de alta densidad un material más flexible que los anteriores y con una resistencia muy superior.
Además los microductos tienen varias ventajas que los hacen especialmente adecuados para la fibra óptica:
– Permiten múltiples combinaciones con diferentes medidas y una mejor identificación gracias a que se pueden fabricar en muchos colores distintos.
– La parte interior del microducto tiene la pared estriada lo que posibilita y facilita el soplado de la fibra a través del tubo, ahorrando mucho tiempo de instalación y minimizando el riesgo de rotura de fibras.
– Los microductos pueden fabricarse con altas especificaciones técnicas, por ejemplo pueden llevar una capa exterior de acero especial para evitar daños producidos por roedores y otros animales.
– Su transporte es mucho más sencillo, puesto que todo se reduce, tamaño de las bobinas y el peso de las misma.
– También su manipulación e instalación es más fácil ya que no requiere de costosas herramientas para cortar, conectar y tapar tubos y por que cuentan con un amplio surtido de accesorios que en muchos son difíciles de encontrar para tubos de otras medidas: conectores, separadores, tapones…
Todas estas ventajas inciden directamente en el coste final del proyecto, menos horas de mano de obra, menos riesgo a asumir, capacitación del personal más sencilla.
Desde Microzanjas les deseamos una larga vida y muchas aplicaciones más a los microductos 🙂
¿Conocíais antes los microductos? ¿los usáis en vuestras instalaciones?
¡Hasta la próxima!
