En un blog como el nuestro no podía faltar un post como este, por esto, queremos dedicar nuestro primer artículo a haceros una breve “reseña histórica” sobre las canalizaciones, desde la apertura de zanjas convencionales hasta la ejecución de la microzanja, ya que, a pesar de ser una técnica relativamente reciente, nos parece interesante que podáis tener más información de cómo fueron sus inicios, de como ha ido mejorando con tiempo y por qué. ¡Vamos allá!
Dentro del sector de las canalizaciones, la microzanja podíamos decir que es su vástago más joven. Muchas canalizaciones de hoy en día todavía se continúan realizando con zanjas de grandes dimensiones, sobre todo para obras hidráulicas, eléctricas y gaseoductos donde no es posible reducir el tamaño del ducto, ya que requieren que las tuberías tengan las dimensiones determinadas para hacer llegar los flujos de suministro adecuados a la demanda de estos servicios. En el caso de las canalizaciones para riegos, líneas eléctricas de media y baja tensión y, en último lugar, instalaciones para fibra óptica, todas ellas en sus inicios se ejecutaban con métodos tradicionales de apertura de zanja con excavadoras convencionales que proporcionaban una anchura mínima de 40 cm.
Es precisamente para este último tipo de canalización que la tendencia con el tiempo ha sido reducir el diámetro de la sección de zanja. Las canalizaciones para instalaciones de fibra óptica han tenido bastante peso en la evolución de la técnica de excavación de zanjas con secciones más reducidas.
Esta reducción ha sido posible gracias a la aparición de las máquinas zanjadoras. Estas máquinas permiten excavar zanjas más estrechas. Desde 3 cm hasta 25 cm. En concreto estamos hablando de las máquinas microzanjadoras y las minizanjadoras.
Cronológicamente las minizanjadoras hicieron su aparición antes que las microzanjadoras
Las primeras minizanjadoras eran máquinas excavadoras adaptadas con espadas de cadena que permitían abrir zanjas de alrededor de 20 cm de ancho y que se usaban en terrenos de compactación media (dureza del terreno y cantidad de piedra moderada).
A día de hoy tenemos dos ópciones de máquinas minizanjadoras para la excavación de minizanjas: minizanjadoras con espadas de cadena y las minizanjadoras con discos de picas. Según la tipología de terreno, se utilizan unos u otros.
En el caso de las microzanjadoras ha habido un cambio sustancial. Las primeras microzanjadoras eran máquinas de corte de pavimento adaptadas que funcionaban con tracción manual y a las que se les añadía un disco de corte de diamante. Para estos discos era imprescindible el uso de agua para la refrigeración del mismo. Estas máquinas podían realizar cortes de hasta 2 cm de grosor por unos 15 cm de profundidad.
Debido a la problemática que entrañaba trabajar con este tipo de máquinas (esto os lo explicaremos en otro post 😉 ), los fabricantes empezaron a diseñar las máquinas microzanjadoras tal y como las conocemos actualmente con discos de corte en seco.
En las siguientes imágenes podéis observar cómo son las máquinas zanjadoras actuales.
¿Qué os parecen estas máquinas?
¿Habéis trabajado alguna vez con ellas?
¿Qué tipo de zanjas habéis realizado?
¡Hasta la próxima!